Aunque todavía nos encontramos en enero, prácticamente a dos meses de distancia del ingreso de la Primavera, la ciudad se ha empezado a pintar de color rosa con la presencia del árbol de Maculis, en diversos parques y avenidas de la capital yucateca.
Esta especie, alcanza su época de mayor esplendor entre marzo y junio, aunque en Mérida ya se aprecian varios ejemplares cubiertos de hojas que le brindan un tinte distinto a las calles.
El “tabebuia rosea”, también conocido como guayacán rosado, palo de rosa, rosa morada, árbol trompeta, macuili, amapa, apamate y “Kob ab” en lengua maya, pertenece a la familia de las bignonáceas. Es originario de Centroamérica y América del Sur, su distribución abarca desde México hasta Perú.
Cabe señalar que crece principalmente en las zonas tropicales, por lo que en nuestro país se desarrolla en toda la Península de Yucatán, en Tabasco, Chiapas y Veracruz, entre otras entidades.
Además de ser un ejemplar ornamental por su gran belleza, el maculis posee una madera de gran calidad y es utilizada para fabricar muebles, pisos, botes y artesanías. Suele medir entre seis y 10 metros de altura, aunque en condiciones óptimas puede rebasar los 20 metros.
Asimismo, su follaje está compuesto de hojas palmadas de 3 a 5 foliolos, su inflorescencia surge de ramilletes particulares. Las flores poseen un cuerpo acampanado de color rosa, lavanda o magenta y su fruto es una cápsula cilíndrica de 25 centímetros, con siete a 10 semillas aladas.
Químicamente, este árbol es rico en naftoquinoa, que a su vez se vincula con la vitamina K y que está siendo estudiado como antídoto para el cáncer. Esta sustancia también sirve contra la malaria.
En algunos lugares, suele ser empleado para combatir la fiebre, el paludismo, la anemia, controlar la diabetes, la tifoidea, matar los parásitos y controlar hemorragias.